La industria del automóvil es una de las más importantes del mundo. Da trabajo a millones de personas e impulsa el crecimiento económico de muchos países. Sin embargo, la reciente preocupación por el medio ambiente ha frenado considerablemente su crecimiento. Según un estudio reciente, el crecimiento de la industria se verá limitado por una normativa de emisiones más estricta y el cambio hacia los vehículos eléctricos. Esto es una mala noticia para los fabricantes de automóviles, que ya están luchando contra la caída de las ventas y el aumento de la competencia.

El estudio, realizado por el Boston Consulting Group, predice que las ventas mundiales de automóviles crecerán sólo un 1% al año de aquí a 2030. Se trata de un descenso significativo respecto a la tasa de crecimiento anual del tres por ciento registrada en la última década. La razón principal de esta ralentización es el endurecimiento de la normativa sobre emisiones, que se está aplicando en muchos países del mundo. 

La Situación Mundial

Según las consultoras, las ventas en el mercado del automóvil han caído un 4,4% desde 2019. La cifra puede parecer insignificante para el ciudadano de a pie, pero los expertos hablan de un colapso que presagia un futuro sombrío para la industria automovilística mundial. Vayamos al fondo del asunto.

En casi todos los países se han registrado reducciones en las ventas de turismos. Los mercados de automóviles de China y México fueron los que más cayeron (8,3% y 8% respectivamente). En Canadá, las ventas de coches cayeron un 3,4%. El mercado ruso ha “perdido peso” de forma relativamente leve, un 2,3% (pero esta “pérdida de peso” se ha mantenido durante varios años), y el mercado estadounidense ha caído un 1,4%.

El descenso de las ventas de coches en China se debe principalmente al enfrentamiento arancelario con Estados Unidos. China representa una cuarta parte de todas las ventas mundiales, por lo que la caída de la demanda en este país se ha hecho especialmente notoria. Las restricciones comerciales han afectado no sólo a la demanda, sino también a la producción de piezas y componentes. Según las previsiones, las cifras chinas caerán un 10% más de aquí a finales de año. Sin embargo, aparte de las naciones individuales, hay razones globales para la caída de las ventas de coches. Una de las principales es el aumento de las exigencias medioambientales. Si está interesado en los accesorios de Jeep, lea más aquí.

Desde 2020, la Unión Europea ha restringido la venta de coches con motores que cumplen la norma Euro 5. Las crecientes restricciones medioambientales obligan a los fabricantes a cambiar la tecnología y a rediseñar los procesos de producción, lo que tiene un efecto negativo en la estabilidad financiera de las empresas.

Junto con las crecientes medidas de protección del medio ambiente, la demanda de coches con motor de combustión interna está disminuyendo. Cada vez más personas prefieren el transporte público o la bicicleta. Muchas personas no tienen coche propio y, si lo necesitan, recurren a las empresas de alquiler de vehículos.

Los expertos calculan que el mercado del automóvil perderá otro 3-5% durante 2020, ya que todos los factores que inciden negativamente en las ventas son de carácter sistémico. A su vez, esto provocará una reducción de la producción industrial y una desaceleración de la economía. El problema afectará especialmente a los países en los que la producción y las exportaciones de automóviles representan una parte importante del PIB.

Al mismo tiempo, es posible que las esperanzas de un futuro brillante para los coches eléctricos no se hagan realidad: actualmente los coches eléctricos son demasiado caros para la gran mayoría de los ciudadanos, incluso en países bastante prósperos. Consulta aquí cuánto cuestan los coches eléctricos en México. Y algunos países han rechazado oficialmente este vector de desarrollo de la industria del automóvil. Además, como dicen incansablemente los expertos en automoción, su fabricación y utilización causan mucho más daño al medio ambiente, que los vehículos con motores tradicionales. Y el mundo simplemente no tiene suficiente energía para cargar estos coches a escala masiva, especialmente con el rechazo generalizado a las centrales nucleares.

Conclusión

La situación actual de la industria del automóvil es un reflejo de la economía mundial. La ralentización de las ventas se debe tanto a factores externos (aranceles, normativas medioambientales) como internos (el descenso de la popularidad de los coches). Los fabricantes de automóviles se esfuerzan por adaptarse a estos cambios, pero está por ver si serán capaces de hacerlo. Se puede afirmar que la industria del automóvil se encuentra en una profunda crisis, cuyas consecuencias afectarán a países y ciudadanos de todo el mundo. Los problemas de la industria son de carácter sistémico y global, y tardarán años en resolverse. En cualquier caso, los próximos años serán cruciales para el futuro de la industria del automóvil.