Muchas grandes empresas ya han tomado medidas para reducir su emisión de carbono. Y la aparición de Red Stag Casino no es una coincidencia sino una demanda.

El cambio climático es un problema global que afecta a toda la humanidad. Pero, ¿tiene que ser visto como un problema insuperable? Los científicos, empresarios y otros expertos creen que el cambio climático en realidad podría brindar nuevas oportunidades para los negocios, si las empresas pueden adaptarse al entorno cambiante. 

Este artículo explorará qué significa el cambio climático para las empresas hoy en día, las formas en que pueden aprovechar sus efectos y cómo pueden protegerse contra las consecuencias futuras.

¿Cómo combinar estos dos componentes: sostenibilidad y crecimiento de los beneficios? 

Llegamos a una respuesta simple y clara: desarrollar tecnologías ecológicas. El cambio climático, el logro del desarrollo sostenible y la neutralidad climática están en el centro de los planes de acción internacionales y nacionales. 

El Protocolo de Kioto y el Acuerdo Climático de París, el Plan Climático de Biden, numerosas declaraciones de los líderes de los estados en Glasgow y una serie de iniciativas de los gobiernos nacionales para lograr la neutralidad climática para el período de 2030 a 2060 son evidencia del papel del cambio climático. temas de la agenda actual. 

El Pacto Verde Europeo es un ambicioso plan de más de 1 billón de euros para lograr la neutralidad climática en todo el continente para 2050. De esta cantidad, unos 30.000 millones de euros se destinan a diversos programas de inversión para empresas privadas de fuera de la UE, que contribuirán a la transición hacia tecnologías verdes y la neutralidad climática. Y todo negocio, ya sea un casino o un supermercado, puede participar directamente en este proceso. 

La energía verde, la agricultura orgánica, los materiales de construcción modernos y los sistemas inteligentes necesarios para la renovación de casas, la transición al mercado en línea son solo algunas de las áreas en las que los empresarios ya pueden competir en el mercado mundial.

Digitalización: ¿Salvador o asesino del clima? 

La digitalización es un arma de doble filo cuando se trata de la lucha contra el cambio climático. La creciente demanda de herramientas, tecnología y servicios digitales aumenta la necesidad de almacenamiento de datos y suministro de energía, lo que en última instancia conduce a un aumento de las emisiones en todo el mundo. 

Al mismo tiempo, las tecnologías digitales abren enormes oportunidades y brindan la transparencia necesaria para garantizar la rendición de cuentas y cumplir con los compromisos climáticos. ¿Es la digitalización una cura o un acelerador del cambio climático? Más sobre los pros y los contras de la digitalización para el clima y la acción efectiva, ya que las empresas pueden impactar el medio ambiente a través de la tecnología.

Ventajas 

Todos ven un gran potencial en las iniciativas de digitalización en toda la empresa, ya que pueden conducir a un uso más eficiente de los recursos, cadenas de suministro más transparentes y un menor consumo de energía.

Aumento de la eficiencia energética 

Los expertos creen que la digitalización puede hacer una contribución fundamental para mitigar los efectos del cambio climático. 

Según el Consejo Asesor Alemán sobre el Cambio Global (WBGU), la digitalización puede estimular acciones para combatir el cambio climático y conservar los recursos, por ejemplo, apoyando una transición permanente hacia un suministro de energía bajo en carbono, ambientalmente seguro, confiable y asequible. 

Las tecnologías digitales pueden, por ejemplo, conectar instalaciones de energía renovable, como turbinas eólicas, a datos meteorológicos inteligentes. Por lo tanto, la energía se puede conducir de manera más eficiente y más precisa en el tiempo.

Desventajas

Las empresas de tecnología obviamente apoyan la digitalización, pero también existen serios desafíos que superar para promover con éxito la descarbonización a través de la digitalización.

Conclusiones

Con el creciente número de centros de datos que consumen mucha energía, la economía basada en datos sigue siendo uno de los desafíos más apremiantes para combatir el cambio climático y construir nuestra infraestructura comercial moderna.

Muchas tecnologías primero requieren políticas para volverse económicamente competitivas y lograr economías de escala, y desbloquear todo el potencial de la economía digital para mitigar el cambio climático. 

La regulación también es necesaria para evitar las consecuencias ambientales no deseadas y superpuestas de las comunicaciones digitales. Dichos efectos restauradores ocurren cuando los ahorros a través de la eficiencia energética se revierten a través de cambios de comportamiento.